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Bioplásticos en la agricultura: qué es, beneficios y proyectos que se están desarrollando

Bioplásticos en la agricultura: qué es, beneficios y proyectos que se están desarrollando

Desde hace algunas décadas la industria agrícola ha venido proponiendo y desarrollando una serie de nuevos materiales y alternativas que permitan llevar a cabo procesos mucho más sustentables y, aún más importante, que sean amigables con el medio ambiente como es la utilización de bioplásticos en la agricultura.

Aunque el uso de estos bioplásticos es una práctica que no está tan extendida a nivel mundial, está logrando captar la atención de cada vez más propietarios de granjas comerciales y productores agrícolas independientes, quienes ven en estas películas orgánicas una de las mejores alternativas para seguir obteniendo productos de calidad, sin dejar de lado los beneficios propios del plástico.

¿Qué es el bioplástico?

Una de las definiciones básicas del bioplástico es que se trata de un material que está confeccionado a partir de una base biológica compuesta por diferentes materiales que tienen diversas aplicaciones y propiedades.

Un bioplástico debería ser en esencia un material biológico o biodegradable, incluso podría tener ambas cualidades. Se diferencia de otras películas tradicionales hechas a partir del petróleo o productos fósiles al estar fabricado a partir de materiales netamente orgánicos provenientes de fuentes renovables que, por ende, deberían ser biodegradables.

Para que la biodegradación se lleve a cabo es fundamental que el bioplástico tenga su origen en una fuente biológica renovable, de lo contrario no ocurrirá y la descomposición del material se hará como con los plásticos comunes, en una mayor cantidad de tiempo.

En la biodegradación se desarrolla un proceso químico donde los microorganismos existentes en el ambiente logran transformar la materia en sustancias naturales como el agua, el dióxido de carbono y el compost, sin necesidad de agregar otros elementos artificiales.

Se deben tener en cuenta los factores ambientales externos como la temperatura, la humedad y el pH del suelo que influirán en la degradación del bioplástico. Sin embargo, no todos los bioplásticos son biodegradables, por lo que es fundamental que los agricultores se informen bien acerca de las opciones disponibles en el mercado para tomar la mejor decisión que se ajuste a los requerimientos de sus terrenos y cultivos.

Sobre el tema de que no todos los bioplásticos son biodegradables, te invitamos a ver este video: ¿Es el bioplástico bueno para el medio ambiente? (Inglés)

¿Cómo se hace el bioplástico?

Este tipo de películas orgánicas se elaboran a partir de productos vegetales como, por ejemplo, residuos agrícolas, celulosa o almidón proveniente de plantas de papas, maíz y soja, cuyos derivados ayudan a sintetizar otras sustancias que al enfriarse suelen tomar una apariencia similar a la de un mantillo plástico convencional. Sin embargo, su composición y estructura molecular es totalmente distinta a la de un plástico elaborado a partir del petróleo u otros residuos fósiles.

Los bioplásticos también puede estar fabricados a partir de ácidos polilácticos presentes en el maíz y la caña de azúcar o, por el contrario, de polihidroxialcanoatos (PHA) que se generan a partir de microorganismos.

Existen dos tipos diferentes de bioplásticos:

  1. Biopolímeros
  2. Plásticos biodegradables

En la actualidad hay diversas plantaciones a nivel mundial que están destinadas únicamente a la producción de alimentos que, al ser cosechados, se transformarán mediante procesos químicos en la materia prima fundamental para fabricar bioplásticos o, como también se les conoce, plásticos de origen biológico.

Campos de Maíz.Foto de Waldemar Brandt en Unsplash

Campos de Maíz.Foto de Waldemar Brandt en Unsplash

Beneficios de utilizar bioplásticos en la agricultura

Utilizar bioplásticos en la agricultura tiene muchos beneficios como, por ejemplo, minimizar la huella de carbono que se está generando en el planeta, ya que los bioplásticos biodegradables tienen la cualidad de degradarse de forma más rápida y natural, emitiendo moléculas orgánicas que no representan un impacto dañino sobre el entorno ambiental.

En los Estados Unidos, por ejemplo, a las granjas orgánicas solo se les permitía usar plásticos de mantillo a base de petróleo que se eliminaran al final de la temporada de crecimiento, pero no podían usar otros tipos de plástico, por ejemplo, los que se basan en cloruro de polivinilo (PVC). Hoy, gracias al desarrollo de nuevas alternativas en la industria del plástico, también se les permite utilizar plásticos biodegradables, aunque deben cumplir con las restricciones y regulaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).

Además de ayudar a reducir la huella de carbono, utilizar bioplásticos en la agricultura tiene diversas ventajas, por ejemplo:

  • No contienen metales pesados
  • Tienen las mismas propiedades que los acolchados estándar que contribuyen a suprimir la maleza
  • Ayudan a estabilizar la temperatura de la raíz
  • Preservan los nutrientes y la humedad del suelo
  • Mejoran el desarrollo estable de la plantación
  • Permiten disminuir los residuos no biodegradables que a largo plazo terminan en un vertedero contaminando al medio ambiente
  • Su producción no requiere utilizar tanta energía
  • Su instalación es un procedimiento estándar y no amerita maquinaria especial
  • No se consumen materias primas no renovables
  • Al no contener aditivos químicos perjudiciales para la salud se pueden obtener productos de calidad, que no han sufrido alteraciones a su composición orgánica y que son totalmente saludables para el consumo humano y animal.
  • El uso generalizado de bioplásticos descarta cualquier impacto ambiental negativo y son una opción viable dentro del sector agrícola.

¿Por qué los bioplásticos no se utilizan mucho?

Se debe principalmente al alto coste que representa su adquisición, en comparación con los plásticos tradicionales producidos a base de petróleo. Es probable que en los próximos años esta realidad cambie al mitigar los costes a través de subsidios gubernamentales que promuevan su uso y los ahorros para los agricultores que no necesitan invertir en la recolección y eliminación de los plásticos usados ​​después de la temporada de cosecha.

En la actualidad científicos de diversos países se encuentran trabajando para desarrollar nuevas alternativas que permitan utilizar cada vez más bioplásticos en la agricultura y, de esta manera, contribuir a la reducción de desechos.

Bioplásticos hechos con desechos de frutas - Foto de Joshua Hoehne en Unsplash

Bioplásticos hechos con desechos de frutas – Foto de Joshua Hoehne en Unsplash

Caso en Chile: utilizar desechos de la fruta para transformarlos en plástico

El científico Rodrigo Andler, de la Universidad Católica de Maule, Chile, ideó junto a su equipo el NatPol, un producto de base biológica creado a través de un proceso de fermentación en el que se transformaron los residuos de frutas en plásticos. El propósito es avanzar en lo que la industria frutícola de Chile utilizó para el envasado hacia un modelo más ecológico.

La idea de esta innovación surgió al ver la cantidad excesiva de desechos agrícolas que se producían que, por lo general, iba a dar a las granjas para alimentar a los animales, una opción que no era la ideal para los productores. Para solventar esta situación era necesario buscar otra salida orgánica que también tuviera sentido para la industria de la fruta.

Con este objetivo en mente, NatPol no solo logró desarrollar un envase bioplástico que cumplía con los requerimientos para el empacado que exige la industria, sino que, además, lograron crear un proceso de producción muchos más eficiente, suministrando una alternativa más ecológica a los recipientes tradicionales.

Conjuntamente al bioplástico desarrollado en la Universidad Católica de Maule, el equipo está enfocando sus esfuerzos en la obtención de otro biopolímero que sea de mucha utilidad y cuyo objetivo sea extender el uso de bioplásticos en la agricultura a un nivel mucho más industrial, no solo en la nación chilena, sino en todo el mundo.

Bioplásticos hechos por huesos de oliva - Foto de John Cameron en Unsplash

Bioplásticos hechos por huesos de oliva – Foto de John Cameron en Unsplash

Caso de España: plástico biodegradable y compostable a partir de huesos de aceituna

En España existe un proyecto orientado al desarrollo de envases bioplásticos llamados Oliplast, un compuesto plástico biodegradable y compostable que se produce a partir de los residuos de los huesos de aceituna, un desecho que usualmente se emplea para producir biomasa para la valorización energética.

En esta oportunidad la idea surgió de la unión de una cooperativa especializada en la producción ecológica de aceite de oliva virgen extra con el Instituto Tecnológico de Plásticos (AIMPLAS), donde el objetivo era hallar una opción más rentable y sostenible para utilizar estos huesos de aceituna, ya que solo en España, el principal país productor y exportador de aceite de oliva, se generan casi 360 mil toneladas de huesos de aceituna anualmente.

El proyecto Oliplast, que está en fase inicial tras haber comenzado en noviembre del año 2019, completará su desarrollo en un lapso de aproximadamente dos años. Su objetivo es desarrollar una nueva aplicación para crear nuevos materiales a partir de los huesos de aceituna que permitan crear envases mucho más sostenibles para aquellos productos que estén relacionados principalmente con el sector de la aceituna y el aceite de oliva.

Según información reflejada en el sitio web Fresh Fruit Portal, para hacer el material, los huesos de aceituna deben ser tratadas para luego incorporarse en matrices poliméricas. Los huesos se preparan y se muelen para lograr un tamaño micrométrico de partícula y, para la elaboración del compuesto, se eligen matrices poliméricas biodegradables usando una extrusora de composición.
La idea es lograr producir grandes cantidades de Oliplast para crear envases versátiles y sostenibles que sean más amigables con el medio ambiente, así como hacerle ver a las personas que la innovación es una gran oportunidad para mejorar los procesos actuales en la industria del plástico, mejorando la calidad de vida de todos.

Te invitamos también a leer otros artículos relacionados al tema de la reutilización y reciclaje del plástico agrícola, cómo el uso de plástico agrícola puede también ayudar a la lucha contra el cambio climático y casos concretos como el de Almería donde el uso de plásticos ha ayudado a reducir el aumento de CO2 debido a la acumulación de carbono por las plantas.

Opciones de acolchados biodegradables disponibles en el mercado:

Opciones de cuerdas para la horticultura biodegradables:

Si necesitas asesoría sobre los cultivos en donde podrías utilizar plásticos biodegradables y consideraciones antes de comprarlos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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