En esta oportunidad queremos hablar sobre la práctica de cultivar uvas bajo cubiertas, una alternativa que para algunos agricultores puede resultar algo novedosa, pero que, sin embargo, desde hace varias décadas se ha convertido en una de las favoritas de cientos de productores agrícolas alrededor del mundo gracias a sus ventajas y beneficios.
Si cultivas uvas y tienes dudas sobre el tipo de cobertura ideal para usar, no dudes en contactar a nuestros expertos.
Evolución en el uso de cubiertas en el cultivo de uvas:
Las labores de agricultura, en especial el cultivo de frutas a través de estructuras de protección, no es una práctica nueva. Se viene desarrollando aproximadamente desde el siglo XVII cuando se comenzaron a construir los primeros invernaderos que tenían como objetivo la siembra de piña, frutas cítricas y uvas en la zona central de Europa.
Sin embargo, en el momento que se intentó expandir este método de cultivo de frutas bajo un sistema de protección se presentaron algunas limitaciones, básicamente porque:
- Las estructuras que sostenía el material de cobertura podían resultar complejas.
- El gran tamaño de algunos árboles y plantas resultaba ser una limitante.
- Se requería un mayor esfuerzo para desmontar las cubiertas una vez llegada la temporada invernal para que el frío pudiera incidir de una manera más directa en los cultivos.
- Representaba un mayor coste en comparación con la práctica convencional a campo abierto.
La práctica se fue transformando y cuando casi culminaba el siglo XX muchos agricultores ya habían comenzado a utilizar materiales plásticos para optimizar las labores agrícolas, sobre todo al tratarse de cultivar uvas bajo cubiertas.
En este sentido, te invitamos a leer nuestro post sobre el cultivo de frutas bajo cubiertas y descargarte nuestro eBook sobre este tema.
Principales beneficios en el cultivo de uvas bajo cubierta:
Uno de los mayores atractivos era la posibilidad de acortar los tiempos de maduración que permitieran producir uvas cada vez más rápido y de mayor calidad, a fin de satisfacer la demanda creciente de los consumidores, además de ser una opción más económica y con una maniobrabilidad más sencilla que en años anteriores.
Se realizaron varios ensayos, por ejemplo, en el sur y centro de Italia a finales del año 1950, obteniendo buenos resultados al cultivar uvas bajo cubiertas, en este caso con uva de mesa donde los racimos lucían más apetitosos y con bayas más dulces.
También se pudieron establecer diferencias según el tipo de uva obtenida, el tiempo de cobertura de los frutos, las condiciones del ambiente y otros aspectos agronómicos que incidían en los cultivos.
Los avances continuaron y, gracias a la demanda de productos fuera de las temporadas de cultivo, se fueron creando plásticos que eran más adecuados, no solo para cultivar uvas bajo cubiertas, sino también para la siembra de otras frutas y para diversos fines agrícolas.
En la actualidad, utilizar estos plásticos es mucho más común y menos costoso, tienen un alto nivel de flexibilidad y transparencia, además de ser más manejables, adaptables, ligeras y con una gran capacidad para resistir los embates propios del entorno ambiental como, por ejemplo, evitar la acumulación de polvo, incidencia de la lluvia, exceso de humedad y los rayos solares.
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Pasos para realizar el cultivo de uva bajo cubiertas:
Para que un cultivo de uvas bajo cubierta prospere y dé mejores resultados es necesario que las cubiertas de plástico estén fijas a una buena estructura, para ello es recomendable utilizar las hechas de metal, hormigón cubierto de zinc o, si se prefiere, las de madera, todo dependerá de las preferencias del agricultor y de la forma que decidan darle a la estructura.
Este armazón, además de ser duradero y de bajo coste, también debe ser muy resistente, ligero y con un bajo espesor para evitar que la sombra proyectada interfiera dentro del cultivo.
Hay quienes prefieren implementar estructuras con un sistema de enrejado para que las plantas de uva, que tienden a enredarse, estén más cómodas. Una de las recomendaciones que debe tenerse muy presente es que una vez se esté cubriendo los viñedos con plástico, se debe evitar que las hojas de la uva se quemen.
Para lograr que las hojas de la uva no se quemen se debe colocar el plástico de una manera alargada que permita alcanzar una distancia prudencial, aproximadamente unos 12 o 32 pulgadas, no solo entre cada capa de plástico, sino también entre la parte superior del follaje de la uva y la cubierta en sí, esto ayuda a que el aire circule libremente y que el cultivo se mantenga aireado sin quemaduras indeseables que puedan comprometer la integridad de las plantas.
¿Cómo elegir los plásticos para la cubierta del cultivo de uvas?
En la actualidad existe una gran variedad de opciones en el mercado, sin embargo, al momento de elegir plásticos para cultivar uvas bajo cubiertas es crucial que estas posean unas buenas propiedades espectroradiométricas.
Un plástico con las propiedades apropiadas puede garantizar resultados óptimos en cuanto a los tiempos de maduración de la fruta y cosecha, rendimiento y calidad de las bayas, cumplir con los requerimientos fisiológicos propios del cultivo para evitar un exceso de radiación solar o elevadas temperaturas que comprometan al cultivo entero.
Los agricultores deben asegurarse que la radiación solar que se deje pasar al cultivo a través de las películas plásticas esté en un rango de entre 80 y 90% para que logre llegar a las hojas, los brotes y los frutos, permitiendo así que se produzca un adecuado proceso de fotosíntesis, que da paso a la diferenciación de las flores y la maduración de las uvas.
Al cultivar uvas bajo cubiertas lo ideal es que se produzca un efecto térmico idóneo si lo que se quiere es que la planta de uva madure en menos tiempo, sin embargo, hay plásticos que debido a su composición química pueden disminuir el rango de transmisión de la radiación solar a las plantas por lo que en ocasiones esto puede atrasar el proceso y dar como resultados cultivos de uvas con tallos mucho más largos, de ahí la necesidad de estar muy atentos al objetivo que se quiere alcanzar con el viñedo.
Dentro de los tipos de películas plásticas que se desarrollan en la actualidad están las de polietileno (PE) de baja densidad y el acetato de etileno (EVA), en donde el PE se caracteriza por tener un efecto térmico relativamente bajo, aunque tiene buena resistencia y un buen nivel de transparencia frente a los rayos de sol.
Algunos agricultores que optan por este tipo de plásticos se apoyan utilizando sustancias minerales como el sulfato o silicato de aluminio para equilibrar el efecto térmico; mientras tanto, el EVA, posee un buen nivel de efecto térmico gracias al acetato de vinilo.
Al poder modificar las condiciones microclimáticas dentro de la cubierta se logra garantizar la obtención de uvas muchos más grandes, con un sabor más dulce, mejor textura y tersura e incluso hasta sin semillas.
Todo dependerá del tipo de cobertura que se utilice, por ejemplo, si se opta por una cobertura temprana se logra adelantar la maduración de las bayas entre 10 y 40 días. Para esto se suele implementar un tipo de estructura como una casa de plástico más cerrada donde se resguarda la parte superior y los laterales del viñedo, esto hace que la mayor parte de la radiación solar que entra, junto con la radiación infrarroja del suelo, queden atrapadas dentro de la cubierta elevando la temperatura del aire y los niveles de humectación por el agua evaporada del suelo.
Al optar por una cobertura tardía se logra retrasar el proceso de maduración y cosecha. Se suele aplicar para especies de maduración tardía en las que se buscan resaltar las cualidades de una uva de mayor tamaño y de piel más fuerte, lo cual ayuda a mantener el estado de hidratación de la baya por más tiempo para que se mantenga como un producto fresco por un período más largo.
Además, con una cobertura tardía se resguarda al racimo para que no le afecten las adversidades meteorológicas. Las estructuras utilizadas en este caso son más abiertas y los plásticos solo protegen la parte superior del follaje, mientras que los laterales quedan expuestos para darle más ventilación al viñedo.
Siempre será necesaria la supervisión, cuidado y limpieza de los viñedos, sobre todo cuando es época de mayor humedad, ya que hay más riesgo de presentarse enfermedades fúngicas.
Si necesitas asesoría sobre el tipo de plástico que mejor se adapte al cultivo de uvas de tu zona geográfica y por sus condiciones particulares, contáctanos y te podemos ayudar sin ningún compromiso.
Plástico recomendado específico para cultivo de uvas:
Solgrapes (contenido en inglés) que es un material de cobertura específico para uva de mesa. El material se vende en distintos espesores (120/150/180 micras normalmente) en función de la radiación, duración esperada, entre otros. Su característica principal son dos refuerzos laterales y uno central que permiten su perfecta adaptación a las estructuras tipo de este cultivo.
Las propiedades ópticas son también fundamentales y como hemos comentado antes, en función de la correcta elección del material y de la variedad de la uva, podemos conseguir adelantos en cosecha, retrasos, intensidad en el color, aumento de calibre de baya, uniformidad de peso de baya, entre otros.
Aun hoy existen agricultores que han decidido no dar el paso de cultivar uvas bajo cubiertas, ya que consideran que hacerlo a cielo abierto de la manera convencional es mucho mejor, más natural y no requiere de tanta inversión de capital. Sin embargo, lo cierto es que a nivel mundial son cada vez más los productores agrícolas y granjas que se inclinan por el uso de plásticos, ya que le dan a sus cultivos la protección necesaria para que prosperen en el lapso de tiempo requerido, ya sea mucho antes o después, sin que se vean afectados por los fenómenos atmosféricos y, sobre todo hoy, de algunos efectos específicos del cambio climático que se puedan presentar en cada región.
Si bien una de las principales bondades de cultivar uvas bajo cubiertas es que permite proteger a los viñedos de los agentes externos como la lluvia, temperaturas muy frías o muy calientes, así como ayudar a obtener uvas de mayor tamaño y sabor, lo cierto es que hay muchos más los beneficios de este método, por ejemplo:
- Ahorrar mucha cantidad de agua y aprovechar la que queda atrapada en la estructura luego del proceso de evaporación.
- Las uvas tienen una mejor apariencia y un tamaño más uniforme.
- Más opciones de exportarlas con éxito a otras regiones sin que se dañen antes de tiempo gracias a su turgencia y durabilidad.
- Incrementar la producción de uvas en aproximadamente 20%, pudiendo comercializarlas en temporadas donde usualmente no se podrían disfrutar.
- Una muestra del éxito de la comercialización de las uvas puede verse en el estado de California, en los Estados Unidos, donde según la información del Departamento de Alimentos y Agricultura de California, a finales de 2018 la exportación de uvas alcanzó los 6.250 millones de dólares.
Una muestra del éxito del comercio de las uvas se puede apreciar en el estado de California, en Estados Unidos, donde según información del Departamento de Alimentos y Agricultura de California para finales del año 2018 se logró una exportación de uvas que alcanzó los $6.25 mil millones.
Cultivo de uvas de mesa en Perú como caso de estudio
El cultivo de uvas de mesa en Perú se ha convertido en todo un caso de estudio, no solo porque en la actualidad es una de las regiones productoras más representativas en todo el mundo, sino también porque las estrategias empleadas para potenciar las cualidades del cultivo, así como los niveles de producción, entre otros factores, ha dado excelentes resultados. Una de esas estrategias es el uso de cubiertas de plástico y te contamos por qué.
Según Juan García, Product Manager of the Greenhouse Cover Division del Grupo Armando Alvarez, la práctica de emplear plásticos de cobertura para potenciar los cultivos de uva, por ejemplo, en Perú, es algo que se viene implementando desde hace algunas décadas. Sin embargo, todavía existen productores agrícolas que lo ven como algo novedoso, por lo que prefieren realizar sus cultivos a cielo abierto, sin ayuda de estos plásticos que requieren de una mayor inversión de capital.
En la actualidad podría decirse que el mercado peruano es uno de los más importantes, si no el más importante, para la exportación del cultivo de uvas de mesa en Latinoamérica.
Sobre el uso de cubiertas de plástico, citamos un estudio realizado justamente en Perú. García, explicó los resultados de esta prueba que se hizo con la variedad Greenstone en el webinar sobre coberturas de plástico que hizo para nuestra Comunidad. “Dicha prueba se llevó a cabo en una finca de 18 hectáreas, cubriendo la mitad (unas 9 hectáreas), el resultado fue que se logró incrementar la cosecha en aproximadamente un 45% por hectárea, estamos hablando de que de 13.000 kilos por hectárea pasó a 18.000 kilos por hectárea, es decir, un 45% más de lo habitual”.
Al emplear cubiertas plásticas como los invernaderos, se logra mantener el toque porcentual de fruta exportable, por lo que al haber más fruta disponible y de mejor calidad, tamaño, sabor, calibre e incluso color, los niveles de exportación en el mundo también se incrementan de manera considerable.
En la siguiente tabla podemos apreciar mejor el incremento en los niveles producción y calibre:
¿Qué pasa con el retorno de inversión?
“Con respecto al precio medio de venta, precio real, de 2,43 dólares por kilo, si multiplicamos por la mayor cantidad de kilos exportables con eso, por haber cubierto esas nueve hectáreas, son más o menos 100.000 dólares en el retorno de inversión, digamos unos 10.000 dólares por hectárea. Tomando en consideración que una estructura para cubrir la uva puede rondar los 30.000 euros o dólares, dependiendo de la estructura, se podrían ahorrar unos 30.000 dólares”, según comenta García.
Juan García hace la salvedad de que este escenario perfectamente se puede lograr en una temporada donde no existan incidencias meteorológicas de consideración que puedan comprometer el correcto desenvolvimiento de las cubiertas plásticas y su incidencia en los cultivos de uva de mesa. Por ejemplo, si todo pasa bajo los estándares estipulados y el cultivo logra prosperar sin obstáculos, luego de realizar la inversión en cubiertas plásticas, los productores agrícolas podrían amortizar la inversión inicial en un estimado de tres años.
Esto, además de ser una gran ventaja desde el punto de vista económico, es una gran ventaja para los cultivos, ya que, si bien al principio requerirá de un importante gasto, a largo plazo esto se transformará en una completa inversión que ayudará a los cultivos de uva a prosperar bajo estructuras que, en el mejor de los casos, pueden durar entre 18 y 22 años, incluso más, dependiendo del escenario climático y del tratamiento que se les dé.
Cada vez son más los agricultores de todo el mundo que se inclinan por el uso de plásticos para la cobertura de árboles frutales para potenciar y proteger sus cultivos, sobre todo por los efectos ocasionados por el cambio climático. Si deseas ampliar esta información, recomendamos leer nuestro artículo sobre las preguntas más frecuentes sobre la cobertura de árboles frutales.