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Cosecha de forraje: qué factores ocasionan pérdidas y cómo solucionarlo

Cosecha de forraje: qué factores ocasionan pérdidas y cómo solucionarlo

Obtener forraje de buena calidad es fundamental para incrementar y mantener la productividad de los animales, motivo por el cual los productores agrícolas dedican tiempo en cuidados específicos e invierten muchas horas para pensar y diseñar nuevas estrategias que les permitan aprovechar al máximo la cosecha de forraje, evitando que se desperdicie.

Existen diversos factores que pueden ocasionar la pérdida de la cosecha de forraje y a continuación, mencionamos algunos de ellos para tenerlos en cuenta y saber cuáles son las medidas que se pueden tomar para evitar o minimizar estos escenarios.

¿Qué ocasiona las pérdidas en la cosecha de forraje?

Los factores son diversos, sin embargo, uno de los que siempre resalta tiene que ver con las fallas que se pueden presentar en el proceso de almacenamiento luego de la recolección, así como en la gestión de alimentación de los animales que consumen la cosecha de forraje. De ahí la necesidad de tomar acciones preventivas, ya que el valor monetario de las pérdidas durante la cosecha, el almacenamiento y la alimentación del heno puede ser considerable.

Otro factor recurrente es la pérdida de materia seca que ocurre cuando los organismos aeróbicos descomponen los carbohidratos que están presentes en el ensilaje. Esto sucede cuando hay presencia de oxígeno que queda atrapado luego de un empaquetamiento inadecuado, o cuando ingresa a través de la cubierta ubicada en la parte superior, así como cuando el agua de escorrentía se filtra a través del ensilaje colocado en la pared, permitiendo el paso de oxígeno por la cara de alimentación durante el proceso de alimentación.

Para evitar eso, una vez que se haya recolectado el forraje y se proceda al almacenamiento durante un lapso prolongado, es necesario hacer lo posible para mantener las condiciones anaeróbicas dentro de la estructura de almacenamiento. De esta forma, se evita que se activen procesos de fermentación que hacen que se dañe y se pierda el forraje.

Sin importar cuál sea el método escogido de ensilaje, las pérdidas se pueden presentar durante la alimentación real y por el rechazo o el desperdicio de los animales. Según información reseñada en el sitio web de la Universidad de Wisconsin, una de las razones que ocasiona la pérdida de alimentación de forraje es cuando el ganado accede a los paquetes de heno seco, ya que los pisotean, los consumen en exceso y llegan a utilizarlo como un lecho para acostarse y descansar.

Para evitar estas pérdidas, una opción es limitar el acceso del ganado vacuno u otros animales a los lugares donde se almacena la cosecha de forraje. También es efectivo que el ganado sea alimentado durante el día y en distintas oportunidades hasta que llegue al tope de su capacidad, una medida que evita que deambule por la zona buscando heno constantemente y alimentándose más de lo necesario.

De esta manera se minimizan las pérdidas porque existe un control de las cantidades suministradas a los animales y en lugar de alimentarlo una sola vez al día se le va administrando la dosis de manera equitativa. Esta alternativa de alimentación obligará al ganado a comer lo que de otro modo podría rechazar, consumir en exceso, pisotear y desperdiciar.

 

Cosecha de forraje - SiloSeal

Cosecha de forraje – SiloSeal

El papel de los plásticos de ensilaje para evitar estas pérdidas en el almacenamiento de alimentos

Siempre es posible mejorar los niveles de productividad de los animales, sobre todo cuando se trata de producción de leche cuando se toman las medidas apropiadas. En este sentido, los plásticos de ensilaje son muy útiles, ya que permiten almacenar y extender la vida útil de semillas y alimentos que luego serán consumidos por el ganado. Por lo tanto, los productores deben asegurarse de que los suministros contenidos en plásticos de ensilaje (donde se destacan los films barrera de oxígeno (OBF) y las bolsas de ensilaje) estén en óptimas condiciones.

Al almacenar la cosecha de forraje en las bolsas de ensilaje, una de las medidas cruciales para evitar pérdidas es cerrar las bolsas después de cada alimentación. Hay quienes optan por colocar, en la parte superior de las bolsas o cerca del borde, cuerdas o cadenas con peso para disminuir la posibilidad de que entre oxígeno entre el plástico y el ensilaje.

Asimismo, evitar colocar estos empaques de plástico en zonas o superficies húmedas e irregulares para evitar que el contenido se comprometa y se contamine. Una de las alternativas es ubicar estos empaques de plástico en superficies de asfalto, concreto duro o grava para evitar problemas futuros.

Otro factor que influye en la pérdida de cosecha de forraje es cuando se realiza el rastrillado y se deja caer directamente en el mismo suelo de donde es recolectado, esto en lugar de ser beneficioso resulta un desperdicio considerable porque termina mezclándose con otras hierbas que no necesariamente son buenas para el forraje final que servirá de alimento a otros animales.

Lo ideal en este caso es que una vez se esté rastrillando el forraje, el mismo se vaya depositando en un recipiente especial sin que caiga en el suelo para luego secarlo, distribuirlo y colocarlo en su almacén final, de esta manera se evita comprometer la integridad del heno al mezclarlo con otros agentes no previstos. Si por el contrario es inevitable que caiga en el suelo, la recomendación es que se activen medidas que permitan mantener el forraje seco y lejos de la humedad que es lo que hace que al haber oxígeno presente se activen microorganismos que descomponen el heno, trayendo como resultado una pérdida total de la cosecha de forraje.

Un aspecto que no debe pasarse por alto en el almacenamiento de la cosecha de forraje es la alta probabilidad de que aparezcan micotoxinas. Una vez que se cosechó comienza el punto crítico con la etapa de conservación, donde es necesaria una manipulación correcta del forraje para evitar la aparición de hongos que pueden comprometer la calidad de los alimentos. Utilizar bolsas de silo o films barrera pueden ser de mucha utilidad, ya que estas toxinas tienen dificultades para aparecer o multiplicarse en alimentos con entornos de almacenamiento óptimos y bien secos.

 

Cosecha de forraje

Cosecha de forraje

¿Cómo evitar las pérdidas en la cosecha de forraje?

Si bien los agricultores se han percatado que una de las mejores alternativas al momento de recolectar el forraje es haciéndolo cuando aún no está seco, ya que esto implica una mayor pérdida de materia seca, lo cierto es que existen algunas técnicas y equipos especializados que pueden disminuir de manera considerable estas pérdidas.

Según información reflejada en el portal Penn State Extension, algunos expertos agrícolas señalaron haber intercambiado sus rastrillos de heno por fusiones de heno, incluso para su uso en heno seco. Algunos de los motivos fueron para reducir la pérdida de materia seca (MS) y aumentar el contenido de nutrientes en el heno embalado. Al cultivar una cantidad significativa de acres de heno, su retorno de la inversión puede ser más rápido que otros negocios agrícolas.

Un ejemplo de estas pérdidas se puede ver en los cultivos de alfalfa, que es uno de los más comunes cuando se habla de forraje. En este caso, cuando se lleva a cabo el proceso de recolección a través del rastrillado, existe un rango de entre 1 y 20% de pérdida de materia seca, es por eso que al hacerlo cuando está casi seco, ocasionará que haya un mayor porcentaje de pérdida de hojas.

Se recomienda que antes de hacer el rastrillado los niveles de humedad de la alfalfa estén entre 35 y 40%. Otro factor que hay que tener presente es el cambio que se puede presentar en la concentración de nutrientes del forraje, ya que cuando se realiza el rastrillado aumenta la probabilidad de que se reduzca la proteína cruda en medio punto y se reduzca la materia seca digerible en 1.2 puntos.

Las pérdidas posteriores a la cosecha de la alfalfa y otro heno se pueden dividir en: el período de tiempo desde el corte hasta el empacado y el período de almacenamiento desde el empacado hasta la alimentación, que incluye el transporte.

Una de las alternativas para minimizar las pérdidas y mantener el valor nutritivo es realizando un secado rápido, lo cual dependerá de las condiciones del ambiente donde esté el cultivo como, por ejemplo, la temperatura, la radiación solar (uno de los más determinantes), el viento y la humedad del suelo.

A menudo, cortar la alfalfa en horas de la mañana resulta mejor cuando hay temporada húmeda, sin embargo, también es beneficioso hacerlo en horas de la tarde porque las plantas almacenan azúcares vegetales durante el día, aumentando su valor nutricional al momento de alimentar a los animales.

Algunos expertos coinciden en la importancia de utilizar alternativas como las films barrera de oxígeno (OBF) que permitan garantizar la calidad del forraje al protegerlo de los agentes externos. La clave es elegir plásticos que incluyan una tasa de transmisión de oxígeno (OTR), ya que cuanto menor sea el factor OTR, menor será la permeabilidad al oxígeno del plástico y, por lo tanto, los resultados son mucho mejores. El objetivo es mantener el forraje protegido y con la menor posibilidad de que el oxígeno fluya a través del ensilaje.

Además, coinciden en que dependiendo de cómo se realice el proceso de empacado del heno, siempre será mejor tratar de lograr pacas más densas que ayuden a mejorar la calidad del forraje almacenado. En este sentido, cuanto mayor sea la densidad de la paca, menor será el pH y el contenido de azúcar de la paca fermentada, ya que los niveles se mantendrán dentro de los estándares requeridos y las condiciones anaeróbicas serán las mejores para llevar a cabo el proceso de fermentación hasta llegar al nivel deseado.

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