Plástico Circular: qué es y su importancia

La alternativa del plástico circular ha venido ganando terreno año tras año. Cada vez más los productores agrícolas se preocupan de buscar opciones que no solo les permitan ser más amigables con el entorno y disminuir el impacto ambiental, sino que también les dé la oportunidad de mejorar todo lo referente a la economía agrícola, por ejemplo, al emplear materiales que han sido obtenidos a partir de plásticos tratados y reciclados.

Si bien el plástico es un material valioso que ayuda a optimizar las prácticas agrícolas a nivel mundial, lo cierto es que es fundamental llevar a cabo un mejor control de la disposición final que se les da a estos plásticos para que no se conviertan en un problema que termine jugando en nuestra contra.

En muchos casos, una vez que se cumple el tiempo de vida de éstos plásticos son vistos – erróneamente – como residuos agrícolas que no pueden aprovecharse y que terminan acumulándose o, en el peor de los casos, manipulados a través de prácticas no recomendadas como, por ejemplo, la quema o entierro de estos materiales. Es importante recordar que cualquiera de estas dos prácticas representan un riesgo para la salud al comprometer la calidad de las fuentes de agua, aire y suelo, así como las cosechas.

La alternativa del plástico circular como una práctica sostenible con el medio ambiente

La iniciativa del plástico circular surge conjuntamente con el requerimiento mundial de ir transformando la mentalidad de una economía lineal (donde se fabrica, se usa y se desecha), por una economía más circular (donde los recursos se utilizan el mayor tiempo posible, extrayendo de ellos el máximo valor mientras están en uso).

En la economía circular se puedan recuperar y regenerar productos y materiales al final de su vida útil, para darles un nuevo uso y propósito. Como resultado, una economía circular significa también una solución circular a los residuos de plástico y una forma de mejorar la competitividad y la eficiencia de recursos a nivel mundial.

Aunque probablemente parezca una alternativa obvia, reciclar plásticos agrícolas tiene sus trucos y, en ocasiones, es sinónimo de tener que atravesar por una serie de obstáculos como la falta de acceso a un programa de recolección de materiales para su posterior reutilización y reciclaje. Este procedimiento, a veces más complicado, es la razón por la cual muchos agricultores incurren en otras prácticas, algunas inadecuadas, para hacer lo que pueden con los recursos disponibles.

Sin embargo, cada vez hay más interés por darle cabida al plástico circular y actualmente el reciclaje de plásticos agrícolas es uno de los métodos más viables para darle un uso más responsable a los materiales de desecho, al tiempo que se minimiza el impacto ambiental.

Iniciativas mundiales del plástico circular

Es común que todavía hoy existan casos de personas vinculadas al mundo agrícola que consideran que no es necesario tener un programa de reciclaje y que se debe seguir adelante con la economía lineal, ya que la economía circular es poco probable de alcanzar. Sin embargo, hay quienes le han dado la vuelta a la tortilla y están convencidos de la importancia de diseñar y crear estrategias enfocadas en el plástico circular.

Tal es el caso de la región de Wisconsin, en Estados Unidos, donde se están dedicando al reciclaje de bolsas de silos y otros plásticos agrícolas con el objetivo de crear a su vez otros productos de plásticos. Además de la disminución de la cantidad de residuos agrícolas que se generan anualmente y que van a parar a los vertederos, se disminuye el coste y esfuerzo que representa para los agricultores de esa localidad tener que deshacerse de las grandes láminas de plástico, sobre todo las utilizadas para cubiertas de búnker, mantillos hortícolas, bolsas de silo y envolturas de fardos.

Según información reflejada en el sitio web de la Universidad de Wisconsin, “algunas comunidades exploran nuevas opciones para crear sitios locales de recolección o embalaje, comúnmente ubicados en vertederos y estaciones de transferencia de desechos sólidos. En algunos casos, los procesadores de plástico ofrecen servicios de recolección en la granja para facilitar el reciclaje. Algunos procesadores o condados pueden requerir que el plástico se maneje de ciertas maneras y se entregue en ciertas épocas del año”.

Asimismo, dan algunas recomendaciones para que los agricultores administren de una manera más eficiente los plásticos agrícolas que utilizan a fin de aprovechar al máximo sus propiedades, alargar su vida útil y permitir que al momento de recolectarlos para reciclarlos estén en mejores condiciones como, por ejemplo:

• Minimizar el desperdicio de plástico al comprar lo materiales del tamaño adecuado para cada requerimiento.
• Minimizar la contaminación plástica al mantener limpias las bolsas de silo y ubicadas en un sitio con buen drenaje.
• Retirar los plásticos de ensilaje acumulados para evitar que pasen tantos días apilados y así mejorar el proceso de recolección.
• Cortar el plástico en pequeñas piezas para mantenerlo manejable.
• Mantener el plástico almacenado en un área seca y asegurarlo para minimizar el soplado.
• Finalmente, transportar el plástico a un centro de recolección para su correcta disposición y reutilización.

Otra iniciativa referente al plástico circular se enfoca en la posibilidad de usar los plásticos agrícolas reciclados para fabricar refugios tubulares diseñados especialmente para plántulas, los cuales se pueden usar en la restauración forestal y en otras plantaciones.

Los tubos que se obtienen a partir de esos plásticos reciclados tienen excelentes propiedades térmicas y mecánicas que logran evitar la radiación UV, minimizan la entrada de luz azul y reducen solo un poco la entrada de luz roja, además se pueden utilizar cantidades significativas de plásticos agrícolas para elaborar estos refugios tubulares y aprovecharlos al máximo.

En el Reino Unido surgió una alternativa innovadora donde, según información reflejada en el portal Netafim, una compañía introdujo el concepto de comprar agroproductos plásticos a los agricultores sobre una base de peso cada año. Mientras los granjeros descargan sus desechos plásticos, la compañía usa los gránulos como materia prima para una variedad de productos como refugios para animales, postes de cercas, etc.

En Estado Unidos, una organización recoge cintas de riego por goteo usadas de los agricultores, las recicla en resinas y las vende como materia prima a los centros de empaque de plástico, reduciendo así el impacto ambiental de las cintas de riego por goteo desperdiciadas.

Las películas plásticas biodegradables de acolchado son otra alternativa al reciclaje y puede ser sostenible como el plástico circular, al ser una opción menos invasiva y más ecológica que logra reducir la cantidad de desechos agrícolas que resultan del uso de plásticos. Sin embargo, es necesario comprender que existen regulaciones que permiten el uso de mulching biodegradable, siempre que los materiales empleados en su fabricación tengan una base netamente biológica. Sobre esto, también te invitamos a leer nuestro post sobre bioplásticos en la agricultura.

En la actualidad se están realizando esfuerzos para recolectar y reciclar la mayor cantidad de plásticos agrícolas en todo el mundo, sin embargo, es fundamental actuar con celeridad y tomar medidas radicales.