Controlar plagas en cultivos de cannabis
Son muchos los productores agrícolas que hoy se están dedicando al cultivo de cannabis por sus beneficios, sobre todo en el área de la salud. Sin embargo, son diversos los desafíos que deben enfrentar, ya que el cannabis es propenso a las malas hierbas. La gran pregunta suele ser, cómo controlar las plagas en estos cultivos.
En el cultivo de cannabis hay mucha probabilidad de que las malas hierbas invadan los campos, llegando a reducir su calidad y su rendimiento una vez que se esparcen por el terreno, lo que puede representar un verdadero dolor de cabeza.
Manejo integrado de malezas en el cultivo de cannabis
Las recomendaciones para controlar plagas en cultivos de cannabis son diversas, sin embargo, siempre es bueno que los productores de cannabis comprendan la importancia de llevar a cabo un manejo integrado de malezas.
Con un buen control integrado de malezas se pueden evitar algunos escenarios como:
- Atraer plagas y enfermedades de insectos
- Amenazas para la salud, la calidad y el rendimiento de los cultivos
- Altos costes laborales para la mitigación y cosecha de malezas
- Mezclar desechos de malezas con biomasa de cultivos cosechados
Es fundamental que los productores se tomen un tiempo para analizar todas las condiciones que presenta el terreno que será destinado al cultivo de cannabis.
De esta manera, los productores pueden saber a lo que se enfrentan y pueden definir cuáles serán las medidas a tomar antes de realizar el proceso de siembra, evitando así la pérdida de una valiosa cantidad de semillas o que la maleza inunde el terreno durante la temporada de crecimiento dañando la integridad del producto final.
¿Cómo disminuir el desarrollo de malezas en los cultivos de cannabis?
Existen algunas estrategias que los productores pueden poner en práctica para minimizar el desarrollo de malezas y controlar plagas en cultivos de cannabis. A continuación, mencionamos algunas de ellas:
Saber a lo que se enfrentan
Además de conocer el terreno donde van a cultivar y todo su historial, los agricultores deben saber cuáles son los tipos de malezas que se pueden encontrar, por ejemplo, las más comunes dentro del rango de las perennes pueden ser el cardo de Canadá, el perejil, la hierba carmín común y el quackgrass.
Dentro del rango de malezas agresivas que crecen rápido están palmer amaranto, la ambrosía común y gigante, la water hemp, la horseweed y marestail. Por lo general, estas malezas son especies nativas y va a depender del condado y la región en donde esté el cultivo.
Elaborar un calendario
Elaborar un calendario es ideal para llevar un control de las malezas y planificar cuándo es probable que aparezcan. Es una excelente estrategia para controlar plagas en cultivos de cannabis y minimizar el desarrollo de malezas, ya que los productores pueden saber con más precisión cómo y cuándo deben activar su plan de control mecánico de plagas y malezas, al tiempo que definen con qué equipos cuentan para removerlas.
Es crucial contar con mano de obra que vaya arrancando las malas hierbas mientras se van explorando los cultivos en busca de plagas y enfermedades, sin duda es una buena opción para mantenerlas a raya.
Tratar de empezar con un terreno limpio
Puede que en algunas regiones sea algo complejo empezar con un terreno limpio, pero es viable.
Según Erin Burns, profesora asistente de manejo integrado de malezas en la Universidad Estatal de Michigan, a través de un artículo publicado en Hemp Industry Daily, se debe tener especial cuidado con los herbicidas residuales que pueden afectar el establecimiento y desarrollo de los cultivos, ya que la mayoría de los herbicidas no están etiquetados para cannabis por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, por lo que conocer el historial de productos aplicados siempre será lo mejor para determinar si el terreno ha tenido suficiente tiempo para depurarse.
También se puede emplear un cultivador de campo o un disco para deshacerse de la vegetación de malezas, patógenos de enfermedades y plagas de insectos que podrían estar en el follaje y las raíces de las malezas. Sin embargo, esta opción mecánica rompe las raíces y esparce trozos de malezas por todo el terreno, lo que puede agravar las infestaciones en el campo.
Definir las estrategias de supresión
Una vez que se haya determinado para qué se va a cultivar el cannabis, se define la estrategia idónea para eliminar las malezas. Por ejemplo, hay casos en donde el cannabis se cultiva para obtener grano y fibra, mientras otros cultivan cáñamo y marihuana para obtener biomasa o flor de cannabinoides. En este caso, los productores suelen cultivar en camas elevadas cubiertas con plásticos para suprimir las malas hierbas.
Para controlar plagas en cultivos de cannabis hay quienes prefieren sembrar directamente muy cerca, suprimiendo las malas hierbas a través del dosel de la planta, mientras que otros emplean mantillos biodegradables para cubrir las hileras de camas y evitar que a las malezas les llegue la luz del sol.
Para obtener más información, recomendamos leer nuestro artículo sobre producción de cáñamo: qué se debe considerar y cómo ayudan los plásticos agrícolas.
Rotar cultivos
Es una de las prácticas más comunes para minimizar la aparición de malas hierbas. Muchos productores se apoyan en los cultivos de cobertura, sobre todo cuando es temporada baja, para mantener los niveles de producción.
La clave de rotar los cultivos es que cada uno de ellos presenten diversas características, por ejemplo, la fecha de plantación, la fecha de aparición, la altura y el requerimiento de nutrientes.
Diversos estudios han determinado que cuando se ayuda a que el suelo mejore su estructura biológica, ya sea a través de prácticas regenerativas como la rotación, labranza cero o cultivos de cobertura, hay mayor probabilidad de generar un impacto residual en el control de malezas, dando como resultado plantas mejoradas, más fuertes y de mayor crecimiento en comparación con las malezas.