¿Cómo prevenir el moho blanco en pacas de ensilado?
La agricultura tiene sus procesos y como es de esperar, pueden presentarse factores que lleguen a comprometer la calidad de los cultivos. Uno de los más temidos por los trabajadores de la tierra es sin duda el moho blanco. En la actualidad se están tomando medidas para evitar su aparición e impedir que los alimentos resulten afectados.
A continuación, compartimos información valiosa para que sepas sus causas y cómo prevenir el moho blanco en las pacas de ensilado, a fin de obtener un forraje de la mejor calidad nutricional tanto para el ganado de leche como si se trata de la alimentación de caballos.
Cuando hablamos de pacas de ensilado resulta común vincularlas con el moho blanco, dado que su presencia en ellas es una amenaza latente. Los productores siempre están buscando alternativas novedosas que les ayuden a prevenir la presencia de este hongo. La buena noticia es que siguiendo ciertas pautas, es muy sencillo evitar su crecimiento y así alargar la vida útil del forraje.
Causas de aparición del moho blanco y cómo evitarlo
Saber cómo prevenir el moho blanco tiene sus trucos. Muchos expertos coinciden en que su origen se da por las malas condiciones en las que se realiza el proceso de ensilaje, como por ejemplo, dejar entrar aire en la paca o aplicar un número insuficiente de capas de film. Sin embargo, te compartimos a continuación algunas otras de las causas más frecuentes del moho blanco y qué puedes hacer para evitarlo.
La importancia de los niveles de materia seca del forraje
Cuando el cultivo está demasiado maduro, este es uno de los factores que más inciden en el nacimiento de mohos, ya que cuando un forraje ha sido segado después de su espigación o ha sido empacado con un alto contenido de materia seca, superior a un 65%, es mucho más propenso a desarrollar mohos, debido a que no presenta fermentación o ésta es prácticamente nula. La falta de azúcares en la planta, típica de un forraje sobremaduro o muy seco, no permite conseguir una fermentación láctica que baje la acidez (el PH) del silo y actúe de este modo de conservante e inhibidor para la formación de mohos.
Lo importante es ensilar solo cultivos de buena calidad donde se asegure al menos un 40-50% de materia seca. No se recomienda sobrepasar el 60% de materia seca porque a estos niveles nos movemos con un margen de seguridad muy estrecho. También es importante que las pacas sean densas y cilíndricas. Para ello es esencial que el proceso previo de embalado, se realice con el debido cuidado, de manera a lograr unos fardos con forma homogénea, buena simetría y sin zonas abultadas, ya que al encintar, la incorrecta superposición de las capas de film sobre esas áreas deformadas, puede hacer que el fardo no llegue a mantener una correcta estanqueidad al aire.
Otro factor de posible contaminación que puede favorecer la aparición de mohos, es el segar un campo de hierba donde previamente se sembró maíz y en el que no fueron retirados todos los restos del mismo antes de sembrar el nuevo forraje. En esos restos de tallos de maíz se desarrollan fácilmente hongos, por lo que es habitual que si no fueron retirados, al pasar la embaladora sobre los mismos, sean incorporados a los fardos con forraje fresco, contaminando con las esporas el interior de las pacas que sean luego encintadas.
Manejo incorrecto de los recursos
En general, para prevenir los mohos, se deben de adquirir buenos hábitos de trabajo y evitar las malas prácticas de encintado que en ocasiones se adoptan para ahorrar tiempo. Sucede con frecuencia que en lugar de asumir los propios errores, se busque responsabilizar a los materiales utilizados. Los proveedores de las máquinas encintadoras así como los fabricantes de film, tienen generalmente a disposición, guías de encintado e instrucciones de uso a las que conviene dedicar el tiempo suficiente para poder dominar el arte de la conservación del forraje.
Siempre que se aprovechen y manejen los recursos de manera idónea, es posible lograr crear un microambiente dentro de la paca que evite la aparición de hongos, dando paso preferente a las bacterias generadoras de ácido láctico, indispensables para una óptima fermentación, siendo las que en definitiva ayudan a que se conserve bien el forraje. Solo así se garantiza la calidad de los productos.
La elección de una película plástica con la resistencia necesaria
Cuando el aire logra penetrar la paca de ensilado el resultado no será otro que la producción de moho blanco. En este caso es probable que el agricultor haya utilizado un film que no cuente con el nivel de resistencia requerido para el tipo de cultivo que se quiere proteger.
Actualmente existen en el mercado, diferentes tipos de film estirable específicos para cubrir todo tipo de usos. Les hay estándar de 5 capas para el encintado de forrajes normales, generalmente en fardos cilíndricos. Les hay también de alto rendimiento fabricados en 5 y 7 capas, para la misma aplicación pero aportando un mayor metraje por rollo. Estos ofrecen una mayor autonomía a la hora de encintar y reducen al mismo tiempo el coste de encintado por fardo.
También se puede optar por películas de calidad Super, que están diseñadas para resistir un encintado bajo condiciones extremas, como suele ser la combinación de factores de temperatura, fardos cuadrados, varias manipulaciones , dureza del forraje como la alfalfa, en encintadoras de alta velocidad, etc.
Por todo lo anterior, conviene conocer de antemano el tipo de cultivo que se va a encintar, las condiciones bajo las cuales se realizará el trabajo, el tipo de encintadora que se va a usar, etc. y adaptar el tipo de film a las condiciones particulares de cada caso.
Como norma básica, se recomienda siempre aplicar en las pacas al menos 6 capas de film superpuestas para obtener un sellado óptimo. En este caso, un film con un buen contenido de adhesivo, será siempre la mejor opción, ya que el aire es capaz de penetrar dentro de los fardos, abriéndose camino entre las capas de film, especialmente cuando el contenido del agente adhesivo que se usa en su fabricación es pobre.
El film también tiene que aplicarse con la debida tensión de prestiro para garantizar que las pacas queden bien apretadas y se forme una mejor barrera a los gases.
El oxígeno del aire es el mayor enemigo de una buena conservación del forraje. Cualquier perforación o rasgado en la superficie de los fardos que pueda crear un poro o agujero y por tanto, permitir una vía de acceso del aire al interior de la paca, deberá ser detectado y sellado a la mayor brevedad.
El aire que penetra al interior, hace que el proceso de fermentación degenere en una fase aerobia fomentando rápidamente el desarrollo de los perjudiciales mohos. Te invitamos a leer nuestro artículo sobre oxygen filmes barrera de oxigeno con información interesante sobre esto.
Como resumen, recuerde que para evitar los mohos blancos y conseguir un forraje con óptimo poder nutricional, embale pacas densas, con forraje en correcto estado de madurez y materia seca, evite las entradas de aire, aplique un mínimo de 6 capas de film superpuestas y use films de ensilado de calidad contrastada y adaptada a las condiciones bajo las que va a encintar.