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Obtener el máximo rendimiento del ensilado con inoculantes microbianos

Obtener el máximo rendimiento del ensilado con inoculantes microbianos

Los inoculantes microbianos son un eficaz aditivo para piensos basado en el uso de bacterias para mejorar el rendimiento del ensilado y la calidad de las cosechas, y el ensilado es esencial para preservar la calidad del forraje.

Al ayudar a la fermentación del ensilado, que es el proceso anaeróbico para la conservación de cultivos de forrajes con humedad adecuada, estas bacterias permiten obtener un alimento mucho más nutritivo para la alimentación del ganado.

Como recomendación general, es muy importante tener siempre en cuenta las instrucciones de cada fabricante de inoculantes porque cada uno tendrá mayor eficacia en diferentes forrajes.

Asimismo, es necesario considerar que dichos inoculantes deben aplicarse al forraje antes de su ensilado, al tiempo que el forraje debe estar bien picado para que las bacterias inoculadas puedan entrar en contacto con la mayor cantidad de superficie posible.

¿Por qué se debe utilizar un inoculante microbiano?

De acuerdo a Renato J. Schmidt, agrónomo y científico animal especializado en servicios tecnológicos y productos forrajeros de Lallemand Animal Nutrition, cuando hablamos de fermentación aeróbica, hay aspectos que afectan directamente a la masa forrajera. Es el caso del oxígeno, que afecta negativamente al proceso, convirtiéndose en el peor enemigo del ensilado.

“Si bien se trata de un proceso natural, ya que cuando vamos al campo y cortamos la planta o forraje que se almacenará, aunque ésta se cubra en el mejor de los casos, de cierta forma ya va colonizada por una amplia gama de microbios, muchos de ellos presentes en el aire. Algunos suelen ser beneficiosos y otros no tanto, por lo que no podemos tener la certeza de qué es lo que estamos llevando para el proceso de ensilaje. Esta es la primera razón por la cual utilizar inoculantes”, afirma Schmidt.

Schmidt señala que al emplear inoculantes microbianos para el ensilado es posible contribuir a la preservación del valor nutritivo del forraje durante más tiempo, mientras que el proceso de fermentación mejora de manera significativa gracias a las enzimas y los microorganismos que influyen en él, sobre todo en ensilajes de hierbas, leguminosas, maíz y otros tipos de forrajes.

Al utilizar los inoculantes microbianos adecuados es posible:

  • Introducir los microbios adecuados que dominarán el proceso de fermentación del ensilado.
  • Controlar los azúcares necesarios para la fermentación.
  • Obtener un buen nivel de humedad.
  • Conseguir un forraje más estable y de mejor calidad.

El resultado del proceso de fermentación está determinado por las especies dominantes de microbios en el ensilado.

“El proceso de fermentación es básicamente una guerra en la que los microbios se encargan de hacer todo el trabajo. Hay actores buenos, como las bacterias del ácido láctico que se dividen en heterofermentativas y homofermentativas, las cuales permiten alcanzar altos niveles de materia seca. También hay actores malos como el moho, hongos, las levaduras, las enterobacterias y los clostridios, microbios indeseables que pueden provocar cetosis y mucha pérdida de materia seca”, explica Schmidt.

Es fundamental tener claro que para lograr la máxima recuperación de materia seca (DMR) en el proceso de fermentación, necesitamos una fermentación inicial dominantemente homoláctica. La razón es que estas bacterias homolácticas utilizarán glucosa y fructosa que terminará produciendo ácidos lácticos. El aumento de la acidez minimizará la cantidad de materia seca perdida.

De acuerdo con la información reflejada en el portal de la División de Extensión de la Universidad de Wisconsin, los inoculantes microbianos de ensilado se dividen en dos categorías (homofermentadores y heterofermentadores), las cuales responden a la manera en la que logran fermentar el azúcar vegetal común (glucosa o fructosa).

¿Cuál es la meta principal de los inoculantes microbianos?

Sin duda mejorar la tasa de fermentación de manera rápida con el fin de bajar el pH lo antes posible, minimizar la respiración del forraje, prevenir malas fermentaciones y así maximizar la conservación de los nutrientes. De esta manera, se logra una mayor recuperación de materia seca, de proteínas y de energía.

“Generalmente se obtienen resultados positivos con el uso de inoculantes microbianos, ya que estamos usando microbios beneficiosos que nos ayudarán con la fermentación. Sin embargo, la magnitud de la respuesta obtenida puede variar porque no siempre tenemos la certeza de cuáles son los microbios que vienen en algunos forrajes. Algunos microbios son más fáciles de combatir que otros, razón por la que debemos estar muy atentos”, explica Schmidt.

Los inoculantes microbianos mayormente se usan para:

  • Prevenir la fermentación clostridial, sobre todo en cultivos de alfalfa y pastos húmedos de invierno, así como lograr bajar rápidamente el pH inhibiendo la actividad de microbios indeseables.
  • Mejorar la estabilidad aeróbica, por ejemplo, en ensilajes de maíz.
  • Optimizar una buena fermentación con el fin de mejorar los niveles de materia seca y recuperar los nutrientes.

Entre otros de los beneficios del uso de inoculantes microbianos en el ensilado es que mejoran la digestibilidad del ensilado, lo que se traduce en una mayor absorción de los nutrientes por parte del ganado.

“Hay que destacar que los inoculantes microbianos de ensilado no sustituyen una buena gestión o un buen manejo del proceso de ensilado, es decir, no porque emplee un inoculante que haya demostrado ser efectivo durante el ensilaje, quiere decir que no se deba tener una buena higiene, que no se haga un buen almacenamiento o que no se cumplan los procesos de manera adecuada. Todos los pasos son igual de importantes”, enfatiza Schmidt.

Para ampliar esta información y obtener otros datos de interés, te recomendamos leer nuestro artículo sobre estudios que demuestran la eficacia de los silo bolsas para mantener la calidad del almacenamiento de granos.

Recomendaciones para el manejo y aplicación de los inoculantes microbianos:

  • Seguir las instrucciones de la etiqueta sobre cómo diluir y cómo mezclar todo. Guardar los inoculantes líquidos en el frigorífico si las instrucciones lo indican: algunos inoculantes están vivos y deben guardarse en el frigorífico.
  • Utilizar agua limpia sin productos químicos para mezclar el inoculante de ensilado
  • Desinfectar, limpiar y calibrar todos los aplicadores de manera periódica.
  • Aplicar de manera uniforme en todas las partículas de forraje para que los inoculantes microbianos puedan prosperar a lo largo y ancho del mismo.
  • Recordar que los microbios son organismos vivos, así que es necesario protegerlos del calor, la luz solar y la humedad.
  • Elegir un inoculante eficaz. Para ello es importante buscar las investigaciones publicadas sobre los mismos, revisar la reputación del fabricante y del distribuidor, saber que no todos los inoculantes son iguales. De ser necesario buscar apoyo técnico, hacer controles de calidad y no dejarse llevar por el coste como factor de decisión.
  • Desechar los inoculantes mezclados con agua que no haya utilizado al final del día, no los guarde para el día siguiente.

¿Cuál es el impacto de los microbios indeseables en la fermentación del ensilaje?

  • Inhiben y compiten con los microbios beneficiosos.Degradan proteínas, azúcares, almidón y fibra.
  • Producen compuestos indeseables y calientan el ensilaje.
  • Disminuyen la recuperación de materia seca y energía, reduciendo el valor nutritivo del ensilaje.
  • Aumentan la probabilidad de riesgos para la salud de animales y humanos.

¿Cuál es el problema de la fermentación homoláctica?

El pH bajo por sí solo no inhibe el crecimiento de levaduras durante la salida del alimento del lugar donde lo almacenemos, ya que en ese momento cuando sacamos el alimento, la silo bolsa o la trinchera del ensilado (donde sea que almacenemos ese alimento) estará abierto y el oxígeno comenzará a penetrar en la masa del forraje. En este caso, las levaduras se activarán y el pH bajo no será de mucha ayuda, ya que las levaduras comenzarán a usar el ácido láctico como una fuente de alimento, iniciando así el proceso de deterioro del ensilado y su calentamiento.

“En este escenario, lo que realmente necesitamos es detener el crecimiento de las levaduras, las cuales causan el 99% de todos los eventos de calentamiento, deterioro y desperdicio”, indica Schmidt.

¿Cómo mejorar la estabilidad aeróbica de los ensilajes con el Lactobacillus buchneri 40788?

El uso de la bacteria del ácido láctico, Lactobacillus buchneri 40788 (una bacteria láctica heterofermentativa) fue un punto de inflexión para mejorar la estabilidad aeróbica en el ensilado, sobre todo al momento de sacar el alimento del lugar del almacenamiento y estabilizar el ensilado por los problemas que ya hemos mencionado.

Que logramos usando esta bacteria en el ensilado:

  • Aumentar de forma moderada el ácido acético.
  • Menor cantidad de levaduras y mohos.
  • Proporcionar una vida útil mejorada del ensilado en el lugar de almacenamiento.
  • Menor pérdida de materia seca durante el proceso de sacar el alimento.
  • Mantener la estabilidad y la higiene del ensilado.

La inoculación con L. buchneri 40788 es más eficaz para el tratamiento del forraje, o donde se almacena el ensilado, que con ácido propiónico que también es ampliamente conocido y utilizado.

¿Cuándo se debe utilizar un producto de L. buchneri?

En primer lugar, cabe mencionar que se debe tener cuidado con la inoculación cuando el forraje está muy húmedo, es decir, cuando la materia seca es inferior al 30% o 35%. Se debe consultar siempre a un nutricionista si no es posible esperar a que la materia seca sea la adecuada. L. buchneri puede utilizarse en una amplia variedad de escenarios. Cabe señalar que este inoculante actúa como una póliza de seguro que evitará problemas futuros. Una vez que la fermentación ha seguido el camino equivocado, no puede invertirse. Si el ensilado se estropea, no puede tratarse después.

“Se puede emplear para asegurarse que el ensilaje estará bien y que la cantidad de materia seca recuperada será la ideal. En el caso contrario se puede usar cuando el agricultor ya ha tenido un historial de problemas, ya sea por el calentamiento, la aparición de levaduras y hongos o con otras situaciones de estrés como contaminación del suelo”, según Schmidt.

Siempre es importante recordar que, aunque el ácido acético producido por el Lactobacillus buchneri permite retrasar el crecimiento de mohos y levaduras que ocasionan el deterioro y calentamiento de los ensilajes, se debe tener especial cuidado con cómo se lleva a cabo el manejo del ensilaje, por ejemplo:

  • Si los cultivos están muy secos.
  • Si falta un sellado adecuado.
  • Si la densidad de almacenamiento es baja.
  • Si hay una tasa baja de salida del alimento, entre otros.

Para mayor información, recomendamos leer nuestro artículo sobre ¿cómo prevenir el moho blanco en pacas de ensilado?

Beneficios de combinar inoculantes microbianos homofermentadores y heterofermentadores

Los expertos en la materia señalan que es recomendado hacer combinaciones de estos inoculantes por diversas razones:

  • Se garantiza un buen proceso de fermentación.
  • Hay una mayor recuperación de materia seca.
  • Se produce una mayor concentración de ácido acético y una mejor estabilidad aeróbica que un inoculante homofermentativo por sí solo.
  • Se logra reducir el pH de una manera mucho más rápida.

¿Qué retos deben afrontar los forrajes frescos durante el proceso de ensilaje?

En este punto hay que considerar que cada forraje tiene sus particularidades y por eso es necesario contar con la asesoría de expertos en la materia.

En el caso de los forrajes que tienen un nivel alto de proteínas, así como un contenido bajo de azúcares y de materia seca, tienden a acidificarse muy lentamente, esto trae como consecuencia que la proteína se degrade y que el valor nutritivo sea menor.
En el caso contrario, cuando los ensilados tienen un nivel elevado de materia seca y de azúcares, suelen mostrar una alta inestabilidad aeróbica, situación que le abre paso al desarrollo de microorganismo degradadores.

Cuando uno de estos posibles escenarios se presenta y no se tiene a la mano un plan o una estrategia que permita llevar a cabo un control adecuado, aumentan las probabilidades de que se produzca un impacto negativo, no solo en el valor económico del ensilado, sino también en el bienestar, la eficiencia y el rendimiento de los animales de la granja.

¿Cuál es el mejor momento para aplicar los inoculantes microbianos?

El mejor momento no es algo escrito en piedra. Todo dependerá del tipo de cultivo, del método utilizado para aplicar el inoculante, de la duración del picado y de las condiciones climáticas de cada región.

En general, se recomienda aplicar el inoculante lo antes posible después de la cosecha o lo más cerca posible del punto de compactación, es decir, cuando el forraje aún está fresco, ya que el mayor contenido de humedad y nutrientes favorecerá el crecimiento de bacterias y hongos.

La recomendación más popular es aplicar los inoculantes justo después de cortar el forraje, que debe estar bien picado para que las bacterias puedan distribuirse de forma más uniforme por todo el forraje.

En el caso de que el forraje se encuentre muy húmedo, probablemente será necesario secarlo antes de aplicar el inoculante microbiano, ya que este exceso de humedad puede inhibir el crecimiento de las bacterias del inoculante.

¿Qué puede afectar la efectividad de un inoculante microbiano?

  • Que las sustancias insecticidas o fungicidas empleadas en la planta resulten tóxicas para las bacterias inoculantes, de ahí la necesidad de hacer un testeo de compatibilidad para verificar que no haya riesgos de afectación.
  • Las condiciones meteorológicas durante la cosecha y el ensilado. Una temperatura demasiado alta hará que la estabilidad tarde más tiempo, mientras que la lluvia introduce más bacterias en la superficie de la fosa de ensilado. La lluvia también aumenta el riesgo de contaminación del suelo en el ensilado.
  • Ignorar o no seguir las instrucciones y recomendaciones del fabricante con respecto a cómo deber ser el método de aplicación y cuáles son las cantidades del inoculante que se debe emplear.

¿Los inoculantes tienen algún efecto sobre las micotoxinas?

De acuerdo con Schmidt, los inoculantes microbianos no afectan a las micotoxinas, ya que éstas se originan en el campo o durante el almacenamiento. “No creo que exista ningún producto o un inoculante microbiano con este efecto, en todo caso podría ser un efecto indirecto de la inoculación que reduzca la población de levaduras y mohos y, por ende, se suprima la capacidad de producir micotoxinas”.

Señala que hay micotoxinas que se producen durante el almacenamiento, así como micotoxinas que se producen en el campo. Cuando traes esas micotoxinas del campo, se tratan con diferentes productos, químicos u otras soluciones biológicas, pero no hay ningún estudio que pruebe que estos productos ayuden con las micotoxinas.

Para más información, recomendamos leer nuestro artículo sobre minimizar problemas de micotoxinas en el almacenaje de comida de animales.

Para obtener más información sobre el tema, ver información sobre diferentes estudios realizados con inoculantes microbianos y el proceso de fermentación, nuevos inoculantes microbianos que mejoran incluso el efecto de la bacteria L. buchneri por sí sola en la estabilización de la salida del alimento del lugar de almacenamiento, recomendamos ver nuestro webinar sobre cómo aprovechar al máximo su ensilaje con inoculantes microbianos.

También te invitamos a leer nuestro post sobre por qué es importante la densidad del heno empaquetado para mejorar la nutrición del ganado.

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